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divendres, 23 d’octubre del 2015

PAROS , LA ISLA DEL MÀRMOL

Visto el parte de meteo, con el Meltemi disminuyendo y con tantas islas alrededor, escogimos la opción más fácil, navegar hacia el Sur con viento y mar a favor. 


"compañero de viaje". Al fondo Isla Mykonos

Una vez pasado el canal entre Mykonos y Delos decidimos, mientras navegábamos, entrar en Isla Paros por su lado Este. El pequeño puerto de pescadores de Piso Livádhi, fue nuestra siguiente parada. 
Un pequeño puerto con una gran actividad pesquera, un pequeñísimo núcleo urbano, cuatro tabernas frente al mar y una vida pausada propia de las islas griegas nos devolvió el espíritu de salir a explorar los alrededores…


Piso Livádhi visto desde el Sur


actividad pesquera y embarcaciones de recreo comparten muelle 


el color alegre de Piso Livadhi




Un poco más allá de los bares al llegar a la carretera encontramos una parada de autobús con sus horarios. Al día siguiente por la mañana ya estábamos en el bus camino de Paroikia, ciudad al otro lado de la isla de la que no teníamos ninguna información…
La más grata sorpresa mientras atravesábamos la isla fue volver a ver “choras”(en griego xora- pronunciación jora) bien cuidadas y con autentica vida de pueblo. Generalmente son núcleos urbanos de estrechas calles y casas no muy grandes, actualmente pintadas de blanco con algunos detalles de colores. Solían construirse en la montaña y lejos del mar para prevenirse del ataque de los piratas. 


colores ciclades!

Paroikia es la capital de la isla. Posee un puerto no muy grande con amarres públicos con conexión para agua y electricidad, dentro de la amplia bahía donde hay mucho espacio para fondear protegido de casi todos los vientos.
Frente a la estación de ferris hay un paseo marítimo con bares, tiendas, tabernas, alquileres de motos, etc. Cuesta imaginar que unas calles más arriba exista lo que encontramos mientras caminábamos por callejuelas siguiendo las indicaciones de un cartel que anunciaba restos de un antiguo castillo…  su chora construida cerca del mar, es una verdadera joya de aspecto muy parecido a Mykonos donde están mucho más cuidado los detalles. Las tiendas no abarrotan las calles dejando más a la vista su arquitectura. El paseo por sus calles fue realmente agradable.







todo esta expuesto cuidando el más mínimo detalle


Hay piezas de mármol tallado procedente de antiguos templos casi por todas partes… entradas de casas, ventanas, columnas y medias columnas de iglesias, pasillos, etc.






Mas tarde supimos que el mármol de Paros era muy apreciado en la antigüedad por su calidad y transparencia. Esculturas como la Venus de Milo y el Hermes de Praxíteles entre otros fueron esculpidos con este mármol.
Paros fue un importante productor que aún posee grandes canteras. Realmente encuentras muchos sitios donde la piedra es de aspecto marmolado. Incluso en el rompeolas del puerto las piedras parecen grandes trozos de mármol, suponemos que de mala calidad. En nuestra memoria Paros quedó como “la isla de mármol”.

La obra cumbre por llamar de alguna manera a semejante construcción es el Castillo Frankish. Ver sus restos produce una mezcla de emociones entre incredulidad, admiración y desaprobación. En él se reutilizó todo el mármol que fue posible proveniente del templo de Athena y otras construcciones cercanas.  En su momento solo eran simples piedras que se podían reutilizar. Tiene aspecto de una solución rápida a una necesidad urgente. 







...ninguno de los dos se lo cree...


Otra visita interesante es a la Iglesia de la Santísima Virgen Catapoliani, más conocida como “la iglesia de las cien puertas”… 





Quedaba mucho por ver, pero ya teníamos una visión general de la isla gracias al paseo de ida y vuelta en autobús. Precio por viaje 2,50€.
Preparamos el siguiente tramo de navegación y la información meteorológica nos invitaba a seguir al SE con tres islas para escoger, Ios, Iráklia y Skhinousa.

Next Port Skhinousa…



diumenge, 18 d’octubre del 2015

MYKONOS



Dejamos la Isla de Siros en las primeras horas de la mañana, bajo un cielo nublado que amenazaba cambios y los primeros vientos del Sr. Meltemi soplando y aumentando a medida que nos acercábamos a Mykonos. Así que por segunda vez navegamos empujados por sus caprichosas rachas de vientos venidos del NE que variaban según estábamos a resguardo de alguna isla o en medio de un canal entre islas. Por esta vez no superó los 20 nudos de viento pues solo era el comienzo.
El parte anunciaba al menos tres días de fuertes vientos así que fuimos directos a puerto para dejar al Yin a buen recaudo y poder visitar la tan famosa Isla Mykonos. 





…la ciudad que aún posee su belleza original con sus suelos pintados sus calles estrechas y sus innumerables iglesias, resultó un decorado para el turista repleto de tiendas de todo tipo, bares y restaurantes que distorsionan la imagen verdadera. Eso sumado a la incalculable cantidad de gente que recorren estas estrechas calles llegados en Ferris, viajes organizados o por cuenta propia da lugar a una masa compacta que lo invade todo. En Agosto aquello puede ser un verdadero caos.






Para sacar algunas de estas fotos con las calles un poco despejadas fueron necesarios muchos intentos y salirnos un poco de los recorridos más comunes.





Luego está la parte económica, mucho de los precios de cosas que ya conocemos aquí aumentan sensiblemente. Incluso las gente autóctona resulta a primera vista menos sociable y más interesada. Podríamos explicarlo con algunos ejemplos pero se haría poco largo. Te sientes un poco como una moneda que rueda por allí, a punto de ser atrapada.

 Las vistas más vendidas de esta pequeña ciudad son sus molinos, la pequeña Venecia que de ello tiene poco y sus suelos decorados, así que aquí va otra versión de lo mismo.



"Pequeña Venecia"




Por primera vez no sentimos la necesidad de sacar las bicis o buscar como recorrer parte de la isla en transporte público, a pesar de que la estancia se alargó casi una semana a consecuencia del Meltemi que llegó con mucha fuerza y sin prisas para marchar. Debía ser su despedida pues estábamos a comienzo de Octubre, su último mes. Durante tres días el ruido producido por el viento era tal, que nuestro generador eólico que ya es un tanto ruidoso no se escuchaba en absoluto. Los días restantes durante la noche el viento disminuía un poco y las rachas no eran tan fuertes.


puerto "nuevo"

El puerto resultó una buena protección a medias. Aunque Niko, el “marinero” del puerto hacía atracar todos los barcos de manera que trabajasen las amarras contra la fuerza del viento y no el ancla, era inevitable el molesto mar de fondo que entraba, sobre todo cuando bajaba la intensidad del viento. Además estaba el oleaje que producían los Seabus que pasaban cada media hora, desde las siete de la mañana hasta las once de la noche. Solo un día dejaron de salir por mal tiempo.



Tristemente, el Puerto Nuevo es todavía una obra inacabada con el suelo de tierra donde la única parte con cemento son los muelles y la zona donde atracan los ferris. Hasta allí llega algo parecido a un paseo y una calle que de pronto se pierde entre montañas de tierra.

Los Seabus hacen el recorrido del Puerto Nuevo donde estábamos, donde llegan algunos ferris, hasta el viejo puerto de Mikonos a una milla a 2€ por persona. Lo utilizamos un día para ver la entrada a la ciudad por mar…

Vista del puerto viejo reservado para el seabus y las barcas de desembarco de los Ferris

La anécdota agradable fue que volvimos a coincidir con la embarcación “ Frida”, de bandera Suiza que no veíamos desde la Isla de Trizónia en el golfo de Corinto y nos pusieron a su lado. Es un Formosa 51 al que llamamos “el big brother”, pues nuestro Formosa 41 cabe dentro. 


"the big brother"...

Las tasas de puerto para 12 metros de eslora en Octubre y por una semana no superaron los 7€ diarios. No sabemos si aumenta en temporada alta. Agua y electricidad con un consumo controlado, una tarjeta de 10€ es más que suficiente.
Delante del puerto, cruzando la calle hay un minisuper medio bien surtido. Arriba hay un bar con duchas, wifi y consumiciones muy caras. Alquiler de motos que no preguntamos precio y servicio de lavandería a precio variable.


Bar Maistros... todo en uno!


Hicimos un segundo viaje al centro de la ciudad en busca de una mejor impresión; pero solo sirvió para sacar alguna otra foto y poco más. 








tomado de un collage expuesto en el aparador de una tienda

Como el Meltemi comenzaba a dar muestras de debilitamiento, echamos un ojo al parte y buscamos el mejor rumbo para continuar camino al día siguiente…





Next Port Paros…

diumenge, 11 d’octubre del 2015

SIROS

Sobre las diez de la mañana soltábamos amarras en el puerto de la Bahía Livadhi- Kea con destino SE a la Isla Siros a unas 38 millas.
El parte meteorológico se estaba cumpliendo, ya teníamos de diez  a doce nudos de viento del Sur en el puerto. Dejamos la bahía y giramos a estribor para pasar la Isla de Kea por su lado Norte. Izamos solo Mayor y Yankee pues seguramente aumentaría el viento y tocaría ceñir. 
Pasamos el Norte de la isla con viento suave de través y un poco de mar de fondo. Nada más salir del resguardo de la isla, el viento comenzó a aumentar llegando hasta los 22 nudos en pocos segundos por efecto de la aceleración que le produce al chocar contra la isla. 


Yin yang en estado puro

Rizamos un poco el Yankee (vela de proa) y comenzamos a ceñir en dirección a nuestro destino, poco después navegábamos entre través y ceñida a buen ritmo con el viento del Sur soplando entre 15 y17 nudos. Volvimos a abrir todo el yankee y ya no dejamos de ceñir hasta llegar al Norte de la Isla de Siros, pasando antes muy justos por el Sur de la Isla Gyaros, que estaba a la mitad del camino.


Sur de Isla Gyaros...no hay nadie a quien preguntar una dirección..:)))

Al llegar al Norte de Siros el viento fue disminuyendo hasta desaparecer. El trozo que quedaba por recorrer por el lado Este de la Isla hasta llegar al puerto lo recorrimos a motor.


últimos minutos de ceñida al Norte de Siros

La llegada a la ciudad, que fue apareciendo poco a poco por estribor resultó espectacular. La mezcla de sus propios colores con los del atardecer fue todo un espectáculo.


ciudad de Ermoupolis, capital de Siros vista desde el mar...


El puerto es una gran bahía que se reparte a grandes rasgos de Sur a Norte en una zona de “marina” algo apartada y un tanto inservible, un puerto de pescadores donde hay algunos espacios para barcos de paso, un varadero para yates y otro para barcos de gran tonelaje, el puerto comercial y una gran zona de amarres públicos con todo el paseo marítimo detrás (una parte estaba en obras) con los bares y tabernas a tocar.


Bahía de Ermoupolis vista desde el Norte

En el muelle hay conexión de agua y electricidad pagando unas tarjetas de consumo a un precio adecuado. Las tasas de puerto son 6,55€ diarios para 12 metros de eslora. Hay buena protección para los vientos del Norte pero tal vez no tanta para vientos del Sur. Hay que usar buenas amarras y dejar resguardo entre la popa y el muelle pues cuando entran los Ferris se produce un oleaje incómodo durante unos minutos. El fondo es buen tenedero para el ancla.





La ciudad se extiende hacia la mitad norte de la bahía trepando por la montaña… hay calles que son escaleras infinitas. El conjunto visto desde la bahía parece una pintura. Luego callejeando, es cuando descubres las grandes casas de estilo neoclásico y villas, y te puedes imaginar viviendo en ellas a las grandes familias de banqueros, comerciantes y armadores, que hicieron fortuna en la época en que Siros era el puerto griego más importante del mediterráneo occidental 






Ayuntamiento , en la plaza Miaouli




      Resulta  sorprendente el uso del mármol en balcones,  aceras y calles.






Las iglesias esta vez son de estilos muy variados y algunas resultan verdaderas obras de arte.

La más cercana al puerto es  Agios Nikolaus









...y coronando la ciudad de Ermoupolis, la Iglesia de la Resurrección.



ambas son una pequeña muestra de la infinita variedad de edificios religiosos que hay por toda la ciudad


en este espacio hay más de diez iglesias a la vista... 




 La estancia en Ermoupolis resultó agradable aunque se respira un ambiente de gran ciudad que no hace pensar en una isla. Admirando sus calles terminas por recorrer prácticamente todos sus rincones, hasta los más dificiles como sus empinadas calles de escaleras.





Nuevamente encontramos casas que bien merecen una restauración

El tiempo corre rápido y se acerca otra hornada de Meltemi siempre impredecible en intensidad y muchas veces en duración. Con un ojo puesto en la meteorología preparamos todo para salir al amanecer con los primeros vientos meltémicos rumbo a nuestro siguiente destino…


Next Port Mikonos…