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dimecres, 30 de setembre del 2015

ISLA AIGINA

Siguiente parada, Aigina, la isla de los pistachos!… 
Salimos por la mañana con el viento aún soplando del Norte ya mucho más agradable, entre 10 y 12 nudos. Abrimos velas y en menos de dos millas navegadas nos quedamos totalmente sin viento. A partir de ese momento se convirtió en una brisa que cambiaba constantemente de lado. Solo al final se hizo un poco más estable pero con poca fuerza. Así que otra vez tocó motor… el parte meteorológico no se cumplió muy bien. 


              Navegando hacia el Este.          Brisa del Sur ...  brisa del Norte

 Por suerte la navegada fue algo entretenida pues pasamos cerca de algunas pequeñas islas y las vistas en general eran interesantes… siempre con las montañas del Peloponeso al fondo.


"restos de tiempos de guerra"

Antes de llegar atravesamos entre las islas Stakhtorroi e Ipsili intentando aprovechar un poco la brisa del NE. A la vista, la Isla Salamis que nos hubiese gustado recorrer por mar. Allí se produjo batalla de Salamina, hito histórico donde los Griegos en un alarde de estrategia militar vencieron a los Persas. Actualmente una buena parte de la isla y sus alrededores está dedicada a la actividad Industrial. Incluso hay áreas de paso restringido; así que solo la vimos en la distancia…  
Al llegar frente a la Ciudad de Aigina quedó a la vista un conjunto bastante dispar. Por un lado yendo de Norte a Sur se aprecian los restos de unas ruinas a la orilla del mar, luego hay una mezcla de estilos arquitectónicos donde sobresalen algunas iglesias y en primer plano el puerto, que en ese momento tenía un ferry atracado en el lado exterior… 


única columna del templo de Apolo



A la entrada de la bocana hay una pequeña iglesia de blanco impoluto en un lado y un café en el otro. Se puede atracar delante del café o en su lado opuesto en el paseo marítimo donde están los bares, tabernas, mercado del pescado, la fruta, alquiler de vehículos y otros muchos comercios.



iglesia San Teodoro que conserva algunos frescos del S XIII

zona de amarre en el paseo




En el muelle hay torretas de agua y electricidad que se activan con una tarjeta propiedad del servicio de puerto, mediante previo pago de una fianza por la tarjeta y pago de un mínimo de consumo. Si se supera el mínimo se vuelve a pagar según la tarifa que ya no quisimos saber como continuaba… un poco complicado el sistema.
Las tasas de estancia en puerto por noche 7€ para doce metros de eslora.


conexión de agua...


Aunque en general se respira ambiente de capital y es bastante constante el ir y venir de todo tipo de vehículos, la estancia es agradable. 
Aigina (Aiyina,Aegina, Egina) está considerada la isla central de toda Grecia. Durante siglos fue invadida por los Romanos, Bizantinos, Sarracenos, Venecianos y Turcos. Finalmente de 1826 a 1829 la ciudad fue la capital de la nuevamente liberada Grecia. Cuentan que aquí se acuñaron las primeras monedas modernas del país y ondeó por primera vez la bandera nacional.




La isla está a solo 20 minutos de Atenas en Hidrofoils (barco con patinetes) por lo que hay un constante ir y venir de ellos y también de ferris. Visitar Aigina resulta toda una atracción de fin de semana para los atenienses y también para los turistas que pasan por Atenas .





En esta isla el paisaje es algo diferente, lo que en otras islas ocupaba el olivo, en esta  lo ocupa el pistacho. Encuentras árboles hasta en los jardines de las casas.
Hay venta de pistachos casi por todas partes; tanto empaquetado como a granel. Compramos solo 1 Kg empaquetado… debimos haber comprado 6 kg a granel, están muy buenos. 





El mayor atractivo de la isla para nosotros era visitar las ruinas del Santuario de Aphaia. Desde el puerto en transporte público se llega fácilmente.








Viendo “la obra”en detalle, es inevitable la pregunta: “cómo podían llegar a tanta perfección en ángulos y formas… y repetirlo con la misma exactitud.” Algo más que un cincel y un martillo debieron de haber ideado. 





A dos días del comienzo de la minitransat quisimos dar ánimos al amigo Guillermo Cañardo, participante de esta difícil modalidad de la vela transoceánica. Le deseamos a él y su equipo Peor para el Sol que todo funcione suficientemente bien para llegar a la meta final independientemente de la posición. Llegar al final es un verdadero reto…



#suertepeor !!!

Nosotros, de una forma más pausada y relajada, continuamos nuestro periplo… bueno, no siempre tan relajados.
La próxima parada era un fondeo a los pies del templo de Poseidon en cabo Sounion, el tercer templo que forma parte del triángulo sagrado  junto con el Partenón y el templo de Aphaia .
Empezamos la travesía con una suave brisa de través y rodeados de veleros a modo de regata, la mayoría en dirección a Atenas.





Cuando estábamos prácticamente frente la ciudad de Atenas el viento que se podía ver claramente como corría sobre la superficie de la mar, aumentó rápidamente hasta los 17 nudos. El parte de meteo nos anunciaba que a unas 35 millas entre la zona de Sounion y las Islas Ciclades estaba soplando alegremente el "Meltemi" con unos 25 nudos de velocidad. Con tal previsión decidimos hacer un rizo a la mayor para quitar un poco de trapo e ir más confortables…
Media hora más tarde todo volvía a ser como al principio, mar casi plana y brisa suave, esta vez un poco más de ceñida así que volvimos a izar toda la mayor… Cuando nos encontrábamos a la altura de Isla Fleves a unas 17 millas de nuestro destino se comenzó a ver nuevamente muy marcada la estela del viento. Esta vez no rizamos, decidimos esperar un poco a ver si volvía a disminuir, cosa que lógicamente no ocurrió. Empezó en 14 nudos de golpe y fue aumentando, siempre racheado. Cuando volvimos a rizar las rachas superaban los 25 nudos…A 2 millas de punta Katafiyi y unas 5 de punta Sounion las rachas superaban los 30 nudos. De ceñida con poco trapo y con una mar corta y rompiente el Yin Yang tan pronto se arrastraba a unos 3,5 nudos como alcanzaba los 7 nudos de velocidad. 
El tramo final cerca de tierra entre Punta Katafiyi y la Isla Gaidouroniso, unas 4 millas hasta Sounio lo hicimos solo con la mayor con un rizo y un viento de través muy variable. 
Casi una hora después echábamos el ancla  a los pies del Templo de Poseidón con 25 nudos de Meltemi que duró dos días, setenta metros de cadena se encargaron de mantenernos agarrados al fondo.


templo de Poseidón, en Cabo Sounion
aguantando el viento...
hora punta en el templo....el ocaso 



Next Port: Cíclades...

dijous, 24 de setembre del 2015

CANAL DE CORINTO

Dejamos Galaxidi con la sensación de haber visitado una isla. A pesar de tener un paseo marítimo muy activo y formar parte del continente, la tranquilidad de sus calles, la poca circulación de coches y el ambiente en general nos hizo sentir como en una pequeña isla.



Con la proa en busca de Corinto y una brisa siempre cambiante recorrimos la distancia prácticamente a motor hasta que entramos en la Bahía de Corinto, fue entonces cuando el viento del NE despertó llegando hasta los 15 nudos. Debía ser un viento térmico de esa zona pues los barcos que salían de la bahía al golfo quedaban totalmente sin viento como cuando pasamos nosotros.
La idea inicial era ir al puerto de Corinto, visitar la ciudad y tal vez pasar el canal tranquilamente a la mañana siguiente, pues según la guía Imray un barco puede que tenga que esperar hasta tres horas para obtener el permiso de paso. Era ya el final de la tarde y tres horas más podían significar el anochecer. Según la guía, en caso de pasar de noche el precio aumenta. 
Mientras nos acercábamos a Corinto un barco de gran tonelaje con un rumbo muy parecido al nuestro nos estaba alcanzando…“quien alcanza maniobra”… así que confiados en que se cumpliera la regla mantuvimos el rumbo.


...quien alcanza maniobra...

Entre tanto sintonizamos el canal 11 VHF con la esperanza de escuchar alguna conversación del servicio de Pilot o algún tramite de entrada, pues no teníamos del todo claro los pasos a seguir. Sabíamos que se pagaba al salir al otro lado, que es donde está la oficina de control y pagos.
Minutos después escuchamos la llamada desde el mercante que pedía pasar en una hora, así que ajustamos velas y agregamos una punta de motor para intentar dar alcance al pequeño monstruo que ya nos había pasado y empezaba a dejarnos atrás. Cuando este estaba en la bocana a espera del remolcador nosotros ya estábamos cerca, recogimos velas tan rápido como fue posible y llamamos a Isthmia Pilot para solicitar el paso. El nombre de la embarcación y nuestra posición detrás del mercante fue suficiente para obtener el OK. 



información AIS, cedida por Virna Agüero desde EEUU. Gracias ;-)

Aún tuvimos que acelerar un poco pues la maniobra de entrada ya había comenzado y no estábamos lo suficientemente cerca para pasar. Hay un semáforo con luz roja y verde que confirma si puedes pasar o no, pues hay un puente bajo que espera para cerrarse tan pronto como sea posible.




Con la vista fija en el semáforo y el motor a punto de salir por el tubo de escape, nos acercamos con rapidez y entramos finalmente en el canal. El puente comenzó a cerrarse nada más pasar el Yin Yang. Solo pasamos el mercante y nosotros, todo un lujo.



El paso por el canal puede que produzca un efecto visual curioso… a la entrada se ve con bastante claridad el otro lado al final del canal y no parece  que haya que recorrer mucha distancia. También da la sensación de que haya un poco de cuesta arriba. Luego cuando entras un poco sigues yendo cuesta arriba, pero además ya no parece que esté tan cerca el otro lado.




Cuando estás ya casi a medio camino las pendientes por popa y por proa parece que sean de bajada, como si estuvieses en la parte más alta. Tal vez sea un simple efecto visual o la confirmación de que la tierra no es plana. Más tarde mientras revisábamos las fotos nos pareció ver en algunas el efecto con bastante claridad… 


sube ................baja                  

El canal tiene unas 3,2 millas de largo, 25 metros de ancho y 6 metros de profundidad. Las paredes de roca caliza alcanzan los 79 metros en el lado más alto, pero la altura máxima permitida es 52 metros que es a la altura que pasan el puente para trenes y la carretera.







El paso está cerrado los martes de 0600-1800, por motivos de mantenimiento, para reparar algún pequeño derrumbe o dragar alguna zona. De las murallas y pequeños muros laterales solo quedan algunos tramos, el resto se ha ido perdiendo… 




Durante el recorrido por el interior del canal no se debe confiar el rumbo al piloto automático pues puede que haya un poco de corriente en contra o a favor, un poco de viento lateral que entra desde arriba y que cambia constantemente de lado. Además el paso del barco de delante va dejando pequeños remolinos que también llegan a afectar la dirección del barco. Lo mejor es estar muy atento para no acercarse a los lados donde puede variar más la profundidad.


Canal de Corinto saliendo hacia el Egeo

Antes de salir al otro lado (SE) se pasa nuevamente un puente bajo que se abre solo el tiempo necesario para dar paso al comboy. Una vez se pasa el puente aparece por el lado de estribor el muelle de Isthmia, donde hay que abarloarse con todas las defensas posibles y atarse con las mejores amarras por si pasa algún pequeño gigante, mientras se va a formalizar el paso y pagar los correspondientes honorarios. Dicen que es uno de los canales más caros por milla en el mundo. Nosotros pagamos 183,27 € por 12 metros de eslora. A cambio se ahorra tiempo y muchas millas si no estás interesado en pasar por el Peloponeso.
Pasado el canal, hay un espacio a babor algo protegido de los vientos del Norte donde se puede echar el ancla. Parece que en este lado al igual que a la entrada NW suelen soplar vientos en ocasiones bastante fuertes, generalmente del Norte. La primera noche soportamos en este fondeo rachas de hasta 30 nudos. Parecía que el Meltemi que estaba soplando en la zona de las cíclades nos saludara de lejos…


Bahía Kalamáki




Next Port Isla Aigina…


dilluns, 21 de setembre del 2015

GALAXIDI Y DELFOS



Poco después de las ocho de la mañana salíamos del puerto de Trizónia para continuar rumbo al Este. Habíamos escogido como siguiente parada Galaxidi, un tranquilo pueblo con un amplio historial marinero, situado en el lado NW del Golfo de Corinto. 
Este tramo fue prácticamente todo a motor, aunque con algo de corriente a favor. La entrada al puerto comienza con la entrada en el Golfo de Krissaios, también conocido como Golfo de Iteas, pues se va estrechando hasta acabar en la ciudad de Itea. El puerto de Galaxidi está en el lado W, justo detrás de una línea de pequeñas islas y bajos que se pueden atravesar con seguridad siguiendo la información de la carta y algunas marcas visibles a simple vista. 




A primera vista, la impresión que se tiene es de llegar a una pequeña ciudad que un día vivió tiempos de bonanza por sus edificaciones de aspecto robusto y elegante. La edificación más destacada desde la distancia es la catedral.





El puerto está en un entorno muy agradable dentro de una estrecha bahía. Del lado del muelle están todos los bares, tabernas y algunos refinados restaurantes. Hay un centro de buceo, una tienda náutica y un mini-mercado algo caro. En el lado opuesto un bosque de pinos y dos o tres Tabernas. Es la zona donde la profundidad disminuye rápidamente y que hay que tener en cuenta mientras se maniobra para echar el ancla.







cubierta para la protección de mercancías de la época en que Galaxidi
 solo estaba comunicada por mar


En el muelle hay conexiones de agua y electricidad y se puede contratar servicio de gasoil a través de “Super Gasoil Andreas.”Aprovechamos y volvimos a repostar pues el precio era de 1,16€ por litro.




El pueblo tiene prácticamente todos los servicios. Hay buenas carnicerías y panaderías pastelerías. No hay ningún supermercado grande.




La arquitectura de un estilo bastante marcado nos volvió a resultar diferente a la de otros sitios de Grecia. Nos llamó la atención los balcones.




"Tal vez todas no sean tan robustas como parecen"








Galaxidi está bien comunicado por transporte público con Lepanto y Athenas. El autobús de Athenas es el mismo que sirve de enlace para llegar a las ruinas del Templo de Delfos (Delphi) que está a 30 km por carretera. Aunque se cambia de autobús en Itéa, solo es necesario un billete de 3,80€ para todo el trayecto. El precio en taxi desde el puerto es de 60 € ida y vuelta.

Las ruinas del templo están en medio de las montañas en el Monte Parnaso, mientras nos acercábamos por carretera y vimos a la distancia que está del mar y de cualquier sitio montaña arriba no pudimos evitar preguntarnos como sería llegar hasta allí en la antigüedad. Al parecer era un sitio bastante visitado en busca de los consejos de las pitias (pitonisas) que hablaban en nombre de Apolo. Estas a su vez eran “traducidas” por los sacerdotes. Las respuestas siempre eran ambiguas por lo que el resultado dependía de la interpretación… 
El Oraculo de Delfos

 en primer plano el Teatro


Templo de Apolo

Unicas columnas del templo en pie

estadium


Templo circular (Tholos) de Atenea Pronaia


interior del museo de Delfos

Bahía de Itea vista desde el pueblo de Delfos




Seguimos hacia el Este. Adios Galaxidi...

Next Port Corinto...